FRANQUICIAS SOCIALES PARA MÉXICO
FRANQUICIAS SOCIALES PARA MÉXICO
Por: Lic. Ferenz Feher
Director General de
Feher & Feher S.C.
www.feher.com.mx
“Yo creo que el mejor medio de hacer bien a los pobres no es darles limosna, sino hacer que puedan vivir sin recibirla”.
Benjamin Franklin, estadista y científico estadounidense.
Desde que inició el modelo de Franquicias en el mundo, podemos afirmar que se caracterizan por ser negocios con conceptos novedosos, operaciones estandarizadas y replicables; además cuentan con tecnología y algo sumamente importante: la experiencia de empresarios visionarios. Pero ¿qué ocurre cuando un grupo de personas se basa en ese modelo de negocios con la única finalidad de proveer asistencia social sin fines de lucro? La respuesta es: Se crea el modelo más noble de este tipo de Negocios, llamado comúnmente “Franquicia social”
Este modelo se maneja como una franquicia comercial enfocándose únicamente en problemas sociales, es decir; traslada la metodología comercial en programas benéficos cuyo éxito pueda ser replicado en cualquier región de uno o varios países con las mismas carencias o problemáticas. El financiamiento de este tipo de franquicias es por medio de la auto-sustentabilidad, donde el programa ayuda a las comunidades en la comercialización de sus productos o servicios; de esta manera mejora la calidad de vida de la gente más necesitada creando empleos, o se les ayuda a percibir ganancias extra dando mejores oportunidades a quienes se integran a estos programas.
Podemos decir que la Franquicia Social contribuye a brindar soluciones en donde la calidad y la productividad son siempre características de los productos y servicios que se comercializan, dando como resultado una cadena de valor donde se une la importancia de una causa especial sumada con la movilización de recursos para comunidades.
En este tipo de Franquicias se busca una inversión privada capaz de contribuir con el desarrollo sustentable reduciendo la división de estratos socioeconómicos; generando puestos de trabajo con los que se pueda hacer menor la brecha divisoria entre unos y otros.
Un poco de Historia…
La primer Franquicia Social fue puesta en marcha en Brasil, en el año 1988. En ella se desarrolló un programa para jóvenes en situación de vulnerabilidad social, en el cual daban cursos de formación personal y laboral. A la fecha sigue siendo un programa exitoso y de gran impacto en las comunidades caracterizadas por esta problemática. Los empresarios han mantenido un gran interés en esta modalidad de Franquicia, ya que invierten de forma responsable en una acción de carácter social y educativo.
(Fuente: Telecom, Argentina, Nota de Prensa, 27/11/09)
En México, una de las primeras empresas que se manejaron como Franquicia Social es la Fundación PROEMPLEO PRODUCTIVO nace después de la crisis económica de 1995, donde algunos empresarios preocupados por los altos índices de desempleo en el país deciden fundar una Organización sin fines de lucro que apoya la creación y mejoramiento de las microempresas, ampliando las capacidades de los mexicanos para tener mayores oportunidades de ingreso.
Fundación ProEmpleo A.C. trabaja día a día con la finalidad de incrementar el número y el alcance de cada uno de sus programas, los cuales han sido apoyados y vinculados con diferentes Organismos Gubernamentales, entre los que destacan la Secretaría de Economía, Secretaría de Desarrollo Social, Secretaría de Desarrollo Económico del Gobierno del Distrito Federal, El Instituto Mexicano de las Mujeres, etc. También son apoyadas por Universidades, Instituciones de crédito, así como otras fundaciones en México.
Según el Informe de Actividades 2009, el total de participantes atendidos en 15 años llegó a 38,700, de los cuales 15,000 mantienen una actividad productiva después de la capacitación otorgada. Han ayudado a crear 43,000 empleos.
Otro ejemplo de Franquicia Social mexicana representativa es COMPARTE, fundada a principios de los años ochenta, donde hombres y mujeres de Tepito y otras zonas aledañas organizaron grupos comunitarios y voluntarios encargados de solucionar la problemática de la comunidad (falta de vivienda, educación, espacios recreativos y de convivencia para este grupo de personas); situación que incluso se agravó más con el temblor de 1985, ya que muchos adultos mayores quedaron desamparados negándose a mudarse a un asilo, o salir del barrio. Por ello, COMPARTE creó la “Alternativa al Asilo” un modelo único donde se les ayuda a desarrollarse dentro de su comunidad de manera en la que el adulto mayor sea productivo, autónomo e independiente. Los principales protagonistas de esta iniciativa son los mismos adultos mayores que asumen distintas tareas incluso la de gestión en ciertos programas. El objetivo de esta Franquicia Social es desarrollar alrededor del país nuevos centros de este tipo para ayudar a un mayor número de adultos.
Finalmente, mencionamos el caso de LA CASITA DE SAN ÁNGEL, fundada en 1985 por Angélica Haro de Alba al darse cuenta de la vulnerabilidad y falta de protección que viven las personas adultas con daño neurológico. Al mismo tiempo observó la capacidad productiva en potencia con la que cuenta esta población sin oportunidades. Por ello ha dedicado su tiempo a capacitar a adultos con algún tipo de daño neurológico para ganarse la vida trabajando en materiales y juguetes didácticos para escuelas. (mapas, rompecabezas, y demás juguetes realizados con foami).
De esta manera, las Franquicias sociales tanto en México como en países hispanoamericanos mostrarán una tendencia de crecimiento, las cuales son opciones sumamente interesantes e innovadoras, donde además ayudamos a nuestra población más vulnerable.
Ayudar de manera productiva es una de las mejores formas de retribuir a la sociedad y a nuestro México que nos ha dado tanto. Creo firmemente que si en las Consultorías de Negocios y Franquicias se puede clonar tiendas, hoteles, restaurantes y demás conceptos exitosos, ¿por qué no replicamos programas exitosos que ayuden a las poblaciones más vulnerables del país? Por ejemplo, la desnutrición infantil, el control de la natalidad, la creación de oficios, drogadicción, etc. Seguro que con esta extensión de programas por todo el país podríamos crear redes capaces de extenderse a todas las comunidades necesitadas y poco a poco lograríamos hacer de nuestro país y del mundo, un lugar mejor. La decisión es tuya.
Me despido con una frase del obispo Cipriano de Cartago, la cual concluye a la perfección nuestro tema de franquicias sociales y dice así: Has las cosas no para que te las agradezcan, pero trata de hacerlas para gente agradecida.
Por: Lic. Ferenz Feher
Director General de
Feher & Feher S.C.
www.feher.com.mx
“Yo creo que el mejor medio de hacer bien a los pobres no es darles limosna, sino hacer que puedan vivir sin recibirla”.
Benjamin Franklin, estadista y científico estadounidense.
Desde que inició el modelo de Franquicias en el mundo, podemos afirmar que se caracterizan por ser negocios con conceptos novedosos, operaciones estandarizadas y replicables; además cuentan con tecnología y algo sumamente importante: la experiencia de empresarios visionarios. Pero ¿qué ocurre cuando un grupo de personas se basa en ese modelo de negocios con la única finalidad de proveer asistencia social sin fines de lucro? La respuesta es: Se crea el modelo más noble de este tipo de Negocios, llamado comúnmente “Franquicia social”
Este modelo se maneja como una franquicia comercial enfocándose únicamente en problemas sociales, es decir; traslada la metodología comercial en programas benéficos cuyo éxito pueda ser replicado en cualquier región de uno o varios países con las mismas carencias o problemáticas. El financiamiento de este tipo de franquicias es por medio de la auto-sustentabilidad, donde el programa ayuda a las comunidades en la comercialización de sus productos o servicios; de esta manera mejora la calidad de vida de la gente más necesitada creando empleos, o se les ayuda a percibir ganancias extra dando mejores oportunidades a quienes se integran a estos programas.
Podemos decir que la Franquicia Social contribuye a brindar soluciones en donde la calidad y la productividad son siempre características de los productos y servicios que se comercializan, dando como resultado una cadena de valor donde se une la importancia de una causa especial sumada con la movilización de recursos para comunidades.
En este tipo de Franquicias se busca una inversión privada capaz de contribuir con el desarrollo sustentable reduciendo la división de estratos socioeconómicos; generando puestos de trabajo con los que se pueda hacer menor la brecha divisoria entre unos y otros.
Un poco de Historia…
La primer Franquicia Social fue puesta en marcha en Brasil, en el año 1988. En ella se desarrolló un programa para jóvenes en situación de vulnerabilidad social, en el cual daban cursos de formación personal y laboral. A la fecha sigue siendo un programa exitoso y de gran impacto en las comunidades caracterizadas por esta problemática. Los empresarios han mantenido un gran interés en esta modalidad de Franquicia, ya que invierten de forma responsable en una acción de carácter social y educativo.
(Fuente: Telecom, Argentina, Nota de Prensa, 27/11/09)
En México, una de las primeras empresas que se manejaron como Franquicia Social es la Fundación PROEMPLEO PRODUCTIVO nace después de la crisis económica de 1995, donde algunos empresarios preocupados por los altos índices de desempleo en el país deciden fundar una Organización sin fines de lucro que apoya la creación y mejoramiento de las microempresas, ampliando las capacidades de los mexicanos para tener mayores oportunidades de ingreso.
Fundación ProEmpleo A.C. trabaja día a día con la finalidad de incrementar el número y el alcance de cada uno de sus programas, los cuales han sido apoyados y vinculados con diferentes Organismos Gubernamentales, entre los que destacan la Secretaría de Economía, Secretaría de Desarrollo Social, Secretaría de Desarrollo Económico del Gobierno del Distrito Federal, El Instituto Mexicano de las Mujeres, etc. También son apoyadas por Universidades, Instituciones de crédito, así como otras fundaciones en México.
Según el Informe de Actividades 2009, el total de participantes atendidos en 15 años llegó a 38,700, de los cuales 15,000 mantienen una actividad productiva después de la capacitación otorgada. Han ayudado a crear 43,000 empleos.
Otro ejemplo de Franquicia Social mexicana representativa es COMPARTE, fundada a principios de los años ochenta, donde hombres y mujeres de Tepito y otras zonas aledañas organizaron grupos comunitarios y voluntarios encargados de solucionar la problemática de la comunidad (falta de vivienda, educación, espacios recreativos y de convivencia para este grupo de personas); situación que incluso se agravó más con el temblor de 1985, ya que muchos adultos mayores quedaron desamparados negándose a mudarse a un asilo, o salir del barrio. Por ello, COMPARTE creó la “Alternativa al Asilo” un modelo único donde se les ayuda a desarrollarse dentro de su comunidad de manera en la que el adulto mayor sea productivo, autónomo e independiente. Los principales protagonistas de esta iniciativa son los mismos adultos mayores que asumen distintas tareas incluso la de gestión en ciertos programas. El objetivo de esta Franquicia Social es desarrollar alrededor del país nuevos centros de este tipo para ayudar a un mayor número de adultos.
Finalmente, mencionamos el caso de LA CASITA DE SAN ÁNGEL, fundada en 1985 por Angélica Haro de Alba al darse cuenta de la vulnerabilidad y falta de protección que viven las personas adultas con daño neurológico. Al mismo tiempo observó la capacidad productiva en potencia con la que cuenta esta población sin oportunidades. Por ello ha dedicado su tiempo a capacitar a adultos con algún tipo de daño neurológico para ganarse la vida trabajando en materiales y juguetes didácticos para escuelas. (mapas, rompecabezas, y demás juguetes realizados con foami).
De esta manera, las Franquicias sociales tanto en México como en países hispanoamericanos mostrarán una tendencia de crecimiento, las cuales son opciones sumamente interesantes e innovadoras, donde además ayudamos a nuestra población más vulnerable.
Ayudar de manera productiva es una de las mejores formas de retribuir a la sociedad y a nuestro México que nos ha dado tanto. Creo firmemente que si en las Consultorías de Negocios y Franquicias se puede clonar tiendas, hoteles, restaurantes y demás conceptos exitosos, ¿por qué no replicamos programas exitosos que ayuden a las poblaciones más vulnerables del país? Por ejemplo, la desnutrición infantil, el control de la natalidad, la creación de oficios, drogadicción, etc. Seguro que con esta extensión de programas por todo el país podríamos crear redes capaces de extenderse a todas las comunidades necesitadas y poco a poco lograríamos hacer de nuestro país y del mundo, un lugar mejor. La decisión es tuya.
Me despido con una frase del obispo Cipriano de Cartago, la cual concluye a la perfección nuestro tema de franquicias sociales y dice así: Has las cosas no para que te las agradezcan, pero trata de hacerlas para gente agradecida.